Creado por un Freelancer, para Freelancers.

Recuerdo la emoción de conseguir ese gran cliente. El proyecto era perfecto para mi portafolio, el presupuesto era decente, y estaba ansioso por comenzar. Todo empezó sin problemas. Entonces llegó el primer email, ese que hace temblar a todo freelancer: \"¿Puedes hacer rápidamente...?\"

Un cambio \"rápido\" al diseño de la página principal. Una adición \"pequeña\" a la página de perfil de usuario. Una integración \"fácil\" con un servicio de terceros que nunca discutimos. Individualmente, eran menores. Colectivamente, fueron una ola de expansión del alcance que ahogó mi cronograma y mis ganancias.

"De repente, estaba trabajando noches y fines de semana, no en los desafíos creativos que amaba, sino en extras no pagados. Mi ansiedad se disparó. Pasé más tiempo descifrando cláusulas contractuales vagas y persiguiendo pagos atrasados que diseñando y programando. No entré en esto para convertirme en asistente legal."

Ese fue mi punto de quiebre. Exhausto y frustrado, mirando un contrato lleno de jerga legal compleja que apenas entendía, sabía que tenía que haber una mejor manera. Los freelancers merecen herramientas que los protejan, herramientas que los empoderen para hacer su mejor trabajo sin miedo a la explotación.